Por Paloma Fortes Cortés, Graduada en Nutrición y Dietética Humana.
Según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad, a 15 de marzo de 2020, los casos confirmados a nivel nacional por el nuevo coronavirus SARS-Cov2 (COVID-19) ascienden a 7753. Se trata de una cifra que ha experimentado un crecimiento exponencialmente rápido debido a la rapidez de propagación del virus.
La medida fundamental de prevención ya la conocemos: quedarnos en casa limitando el contacto, medida que se ha abanderado bajo el hastag #yomequedoencasa. No obstante, en estos días de confinamiento que tenemos por delante no debemos olvidar el rol fundamental que lleva a cabo nuestro sistema inmunológico ante una posible infección y los efectos que esta podría desencadenar. Este constituye nuestra barrera de defensa natural frente a agentes patógenos (virus, bacterias, etc.) e infecciones que amenazan nuestra salud, de modo que, si lo cuidamos, tendremos más posibilidades de que lo síntomas de la enfermedad sean más leves o atenuados.
En este contexto, la alimentación juega un aspecto clave en el buen mantenimiento del sistema inmunológico, y no, llenar el carro de la compra hasta arriba y arrasar en los supermercados no es la solución. Es de vital importancia llevar una dieta variada y equilibrada. Lo ideal es incluir los macronutrientes en las proporciones de 55% carbohidratos, 30% grasas y 15% proteínas, aproximadamente, donde predomine el consumo de vegetales crudos para aprovechar al máximo el aporte vitamínico que suponen. Debe incluir también fruta de temporada, así como alimentos ricos en fibra que serán beneficiosos para la flora bacteriana.
Otro aspecto a tener es cuenta es la hidratación. El organismo se compone en un 60% de agua y esta es de vital importancia para el mantenimiento de estructuras internas, la eliminación de deshechos y para la actividad celular. Hidrátate. Toma, al menos, 2 litros de agua diarios, en forma de agua o, por ejemplo, infusiones.
La práctica regular de actividad física también juega un papel importante sobre el sistema inmunitario. El estrés es uno de los peores enemigos del sistema inmunológico y está científicamente demostrado que la práctica de ejercicio físico reduce los niveles de estrés, además de otros múltiples efectos beneficiosos que aporta, como el mantenimiento de un peso adecuado. Recurre a videos de plataformas como youtube o aplicaciones móviles y créate una rutina para hacer deporte en casa durante el confinamiento.